viernes, septiembre 21, 2012

la piedra de tamar

la innominada piedra
perdida en el taller, habitada de ángeles heridos,
esta vez espera un poema desde el elegir de su nombre.
tenla en tus manos
pregúntale por su camino de piel y de uña qué la trajo rodando: con garra: con sangre: con callo.
qué uso le dieron las manos que la odiaron y la amaron?
qué es lo que necesita para que su corazón no se quede sordo: quitar vidas? encender fuegos?
escucha: de su pulso expectante conoces que quieres darle abrigo.
tu piel es el amo que buscaba la piedra
y le canta hundida en su silencio a los viejos dioses de los ríos
al viento poblado
a los juguetes de los niños
a la piel de las mujeres que despiden de su cama al cazador satisfecho
a los hongos y a las mascotas del chamán
esa piedra sabe, toda piedra que nos rodea sabe, a dónde se hundieron sus cuerpos,
el canto y la arena.
de veras:
también estas caracolas
son una piedra intestina: todo su canto y todo su vientre posa en tu mano
tócala de oído: es un corazón.

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