lunes, octubre 22, 2012

el opio es bueno para el dolor

con palabras podré desangrarte como los recolectores de sueños artificiales
buscaré lo blanco, la sangre blanca de tu llanto, para guardarlo en poemas que no te dedicaré como esos recolectores, te he dicho, que venden su precio por dos monedas
con palabras te desangraré y recogeré tu néctar en un cuenco dorado que lo preserve del invierno
que lo preserve del sol
de lo extremo que pudiera hacerle perder su brillo, su extenso temblor.
entraré, entonces, con mi pequeño cuchillo
para que me entregues tu vida entre gemidos partidos en tu boca
y arranques piedras de mi vientre.

ahora sí puedes llorar, porque he terminado 

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