miércoles, marzo 03, 2010

las condiciones insalubres del arbolado público

de los árboles sé decir que soportan mal
la ceniza,
la indiferencia de los transeúntes,
los aguaceros continuados,
los carteles,
la mala ubicación.
pero me han dicho que tienen un corazón enterrado en sus raíces,
un corazón que también es lengua y pulmón.
es todo su ser guardado en la intimidad de su carne oculta,
y cuando lo aquejan las condiciones antedichas,
en el peor de los casos,
todas juntas,
llaman a los pájaros para que les canten sus canciones
de celo y territorio.
pero estos bichos, con justicia, no acuden.
prefieren los árboles con mejores ubicaciones,
sin tanta ceniza ni microclima inoportuno que les permita ejercer
sin molestias su derecho al canto,
a la cópula,
al llamado de la cría,
a la vecindad de un invierno,
que los deje escarbar la tierra,

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